EL VASO QUE MIRAMOS
La impronta personal
Relativo
al título de la editorial de este mes, reconozco que aludo a esa
impronta de cada persona al definir, ante un vaso con líquido hasta la
mitad, que está medio lleno o medio vacío. Popularmente se los identifica como el optimista y el pesimista, según sea el caso.
Aparte del peso caracterológico que cada quien pueda traer desde la cuna, para elaborar un criterio –así lo creo- también pesa el conocimiento que cada persona pueda sumar desde su experiencia familiar, laboral y social.
Poco
tiempo atrás, en diálogo con el doctor Alberto Lamagna –Gerente de
Investigaciones y Aplicaciones No Nucleares de la Comisión Nacional de
Energía Atómica (CNEA)- hablamos de las vocaciones y de la
desorientación de muchos jóvenes a la hora de decidir qué carrera
universitaria seguir. Incluso una encuesta publicada en un matutino de
Buenos Aires corroboraba lo dicho, con este encabezado: “Seis de cada diez secundarios no saben qué carrera seguir” (diario Clarín, 24 de septiembre 2008).
http://www.cienciaenlavidriera.com.ar/2008/11/01/el-vaso-que-miramos-editorial-noviembre-2008/
