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Combinando creatividad, arte y conocimientos técnicos, el diseño de objetos es una disciplina que crece, en oferta y en demanda. Cada vez más, encontramos objetos de diseño hermosos, inesperados y contundentes “made in argentina”; y cada vez más, estas ideas tienen éxito, cobran vida propia y se transforman en marcas de uso cotidiano. En Educabilia nos dio curiosidad, y salimos al cruce de diseñadores, profes y comercializadores argentinos para invitarte a conocer la trastienda del diseño industrial.

Del aula, al taller, a la vidriera.
Armamos una suerte de visita guiada por el mundo del diseño, y decidimos charlar con alguien en cada punto del circuito. Convocamos entonces a un profe y diseñador, Dani Wolf, que coordina el área Productos y Objetos en la Universidad de Palermo, para las carreras de Diseño Industrial, Diseño de Mobiliario y Joyas. Hablamos con Laura de Silicosas, compañía que saltó al candelero con el exitazo de Mateo; y también con Alexis de Bixti, una plataforma online que reúne toda clase de propuestas del diseño independiente.
“En un comienzo el estudiante debe abandonar su registro de usuario-consumidor para adquirir una mirada de diseñador. Esto se logra a través de entender cómo funcionan y se hacen las cosas.” explica Dani, con su ojo de profe.
Apenas empezamos a curiosear, vemos que se impone un equilibrio fundamental: el que tiene que haber entre creatividad, formación, y pies en la tierra. Un combo que necesita cualquier diseño para valer y hacerse valer.
El diseño industrial tiene el potencial de abordar cualquier aspecto del mundo material, que es cultural. Es una herramienta que permite interpretar, cuestionar, revisar y proponer nuevas formas de relacionarnos con el medio material, natural y social que nos rodea.” Parece que en este oficio hay mucho de observar lo cotidiano cambiando el color del cristal con que se mira. “La creatividad está, uno puede ejercitarla de mayor o menor manera” dice Laura, de Silicosas. “En la vida cotidiana de cualquier persona, diseñador o no, nos las vamos ingeniando para que las cosas nos salgan de la mejor forma, y construir bien nuestra vida, nuestro entorno, nuestra casa, nuestros espacios, nuestros amigos…creatividad pura!”
Así surgió Mateo, sin ir más lejos. Un combo de conocimiento técnico (fabricación mediante inyección de caucho de silicona), innovación (su “sistema de vaciado” gracias a la flexibilidad del material) y oído atento a las necesidades de los mate-amantes: un objeto que no toma olor, no se rompe, es térmico, es bonito… un as en atractivo y practicidad.


Los chicos de Bixti ven la clave del éxito en innovación más identidad. “Los que más éxito tienen son los que logran implantar una identidad de marca y hacer un producto sólido. Un buen caso paradigmático son las alpargatas Paez! Los compradores valoran muchísimo la historia detrás de cada marca y producto. Es muy importante la sensación de felicidad que da comprar algo de diseño, arte o artesanía independiente.”
Nos confirman los que saben que en Argentina hay muchas limitaciones para diseñar un objeto: limitaciones técnicas y, sobre todo, limitaciones prácticas. No es fácil contar con las máquinas y los materiales que en otros lugares del mundo están al alcance de la mano. Por eso, el desafío para los diseñadores es grande. “El marketing establece las pautas, la ingeniería ofrece los materiales disponibles y el diseñador articula esas variables para proponer una mercancía que retroalimente esta lógica”, explica Dani. Laura completa: “los diseñadores argentinos deben enfrentarse con la poca industria que hay en nuestro territorio en comparación con otros países. Esto nos hace poner el foco creativo en la funcionalidad.”
Alexis de Bixti aporta desde la comercialización: “En general, los mayores inconvenientes están a la hora de planificar la producción, poner precio y comercializar. Hay mentes creativas geniales en el país, lo que falta es un poco de estructura para poder ser fuertes en el mercado. Pero el panorama es muy bueno.”

Siempre aprendiendo: de dónde vienen y hacia dónde van
“El diseño es un oficio que se aprende y perfecciona en su ejercicio a lo largo del tiempo. El combustible es la pasión. Siempre me llama la atención la pasión que demuestran los estudiantes (y luego profesionales) de diseño.”
Daniel se formó en la FADU – UBA, hoy está en la UP y además diseña en 40eme2.

“Nuestra formación se inicia en la Universidad de Buenos Aires en la carrera de Diseño Industrial.” Explica Laura de Silicosas. “El hecho de que seamos docentes de la UBA hace que estemos en constante aprendizaje y continúa nutriendo. Estamos en constante movimiento lo que continúa formándonos permanentemente. Hay temas que se tienen que aprender que no forman parte de la carrera de origen pero que son parte de la forma en que uno debe desplazarse como diseñador, es decir, posicionarse, comercializar los productos, administrar, etc.”
Y vaya que lo saben Marina y Alexis, que fundaron Bixti. Los dos hermanos vienen de otros lares: ella es licenciada en Ciencias de la Comunicación, editora y escritora, mientras que Alexis es dropout de Ingeniería Química. “Todo lo aprendimos en la práctica y a los golpes! A veces es difícil, pero hace que todo sea bastante más intenso. Hoy en día el equipo integra gente de todas las disciplinas: diseño, programación, sociología, economía… Así que estamos mejor preparado para enfrentar distintos desafíos.”